Lana Ecológica

¿Qué requisitos debe tener la lana para ser “ecológica”?

Aunque hay quien que cree que la lana es “ecológica” por el hecho de ser natural, renovable y biodegradable, lo cierto es que se requieren muchos más requisitos para poderla certificar como tal. ¿Tienes ya alguno en mente?

En este tercer capítulo dedicado a “la fibra de los tintoreros” queremos compartir contigo las principales diferencias entre la lana ecológica (cuente o no con certificado que lo acredite) y la convencional. Y es que no todo el mundo conoce los requisitos que deben darse para que una lana pueda ser considerada como ecológica (de hecho, hay una gran confusión respecto a este tema). En parte esto se debe a que ciertos productores y distribuidores hacen un marketing excesivo de las propiedades de esta fibra, lo que les lleva a atribuir a sus lanas el apelativo de “ecológicas” (queremos pensar que inocentemente) cuando en realidad no lo son. Pero, ¿en qué se basan para afirmar tal cosa? Pues en el hecho de que la lana es:

* Natural: todas las lanas lo son ya que provienen de un animal;

* Renovable: lógicamente, es una fibra que se renueva año tras año tras la esquila;

* Biodegradable: se descompone, aunque no tan rápido como podrías imaginar;

* Reciclable: se pueden crear nuevos productos a partir de sus desechos;

Pero esto ¡ni mucho menos! implica que sea “ecológica” pues aparte deben darse otros requisitos que garanticen que no sea un producto ni contaminado, ni contaminante. Y es que, como ocurre con la comida donde es más fácil ver estas diferencias, son muchos los esfuerzos necesarios para producir de forma ecológico (y más aún para poderlo certificar). Piensa que se requieren prácticas ganaderas amigables y favorecedoras del Bienestar Animal, así como métodos de manufactura libres de tóxicos y contaminantes que puedan resultar perjudiciales para Naturaleza o las personas (trabajadores y consumidores incluidos).

Curso online tintes naturales lana

Manejo ganadero

Ganadería extensiva

El primer requisito es criar las ovejas con métodos de ganadería extensiva, lo que es sinónimo de vida en libertad. Todo lo contrario a los métodos de ganadería intensiva basados en la estabulación del ganado, sistema que, por cierto, y más allá del Bienestar Animal, resulta muy contaminante.

Alimentación sana

Como ocurre con la carne, existe toda una normativa que regula las condiciones de cría para que la lana pueda llegar a ser ecológica. Aquí se engloban aspectos como el acceso libre a pastos naturales (alimentación sana) y piensos libres de transgénicos, prohibidos por la legislación ecológica.

Bienestar animal

Otra diferencia entre la lana convencional y la ecológica tiene que ver con el respeto de los Derechos de los Animales. La lana ecológica se caracteriza por aplicar manejos ganaderos no estresantes que eviten tanto enfermedades como muertes por esta causa. Y es que la oveja es un animal extremadamente frágil.

Transporte no motorizado

La certificación ecológica exige que (salvo casos justificados) el ganado se desplace a pie (ya sea mediante trashumancia o trasterminancia) con el fin de minimizar el uso de transporte motorizado ya que, al ir hacinadas en camiones, no solo se hiper-estresan sino que, en ocasiones, algunas llegan a morir.

No “mulesing”

El museling es una práctica “sanitaria” extendida en países como Australia que consiste en dejar en carne viva la nalga de la oveja para combatir el “flystrike” (miasis). Esta cruel práctica hace imposible que una lana pueda certificarse como ecológica. Cada vez se comercializan más lanas “libres de mulesing”.

Procesamiento de la lana

Esquila

Cualquier lana ecológica debe esquilarse de acuerdo a criterios de “Esquila Responsable” dándole un trato digno al animal (no atándole las patas, manipulándole con delicadeza e impidiendo cualquier otra fuente de estrés), evitando además contaminar la fibra con los lubricantes de las máquinas de esquilar.

Lavado

La certificación ecológica no permite lavar los vellones con cualquier tipo jabón. Aparte, los lavaderos deben responsabilizarse de depurar sus aguas residuales para no verter a los ríos ni grasas, ni lubricantes, ni pinturas, ni pesticidas, ni otros contaminantes presentes en muchas lanas convencionales.

Hilatura

A pesar de la resistencia de la lana, se la suele untar con aceites sintéticos (muchos de ellos contaminantes) para evitar que se partan las fibras a causa de las tensiones durante su proceso de hilatura. Es por ello que la normativa ecológica solo permite ciertos tipos de aceites.

Cardado, peinado y tejeduría

Tanto las máquinas de cardado y peinado como los telares son también fuentes de contaminación de la lana a causa de los aceites que se aplican para lubricar la maquinaria. Como era de esperar, la normativa ecológica también establece toda una serie de medidas para controlar este tipo de contaminaciones.

Teñido y acabados

Tanto el teñido como los acabados marcan la diferencia de las ecológicas. Y aunque la normativa está certificando como “ecológicos” ciertos Tintes Químicos (a pesar de ser petroquímicos) así como ciertos acabados contaminantes (como el “superwash”), al menos, prohíbe el uso sustancias altamente tóxicas…

Agua, energía y residuos

Otro requisito de lana ecológica (al igual que muchos otros productos) es la puesta en marcha de planes de gestión medioambiental que reduzcan la generación de residuos y minimicen el uso de agua y energía. Para ello las industrias han de implementar diversas medidas tanto preventivas y correctoras.

 

* * *

 

¿Tienes ahora más clara la diferencia entre una fibra natural y otra que, además, es ecológica? Obviamente el tema es mucho más complejo de lo que aquí hemos podido resumir, pero esperamos que te haya servido de ayuda y que, a partir de ahora, te surjan más preguntas sobre la forma en que se producen las Fibras Naturales. (Si quieres saber más sobre cómo crear un producto lanar sustentable, te no te pierdas nuestro curso presencial sobre el “Proceso de la Lana”).

Carrito de compra
Scroll al inicio