El lavado
La limpieza de las fibras
El primer paso antes de teñir es lavar bien tus lanas. El objetivo de esta fase preparatoria no es otro que dejar las fibras lo más limpias posible para que así puedan captar mejor el tinte y, de hecho, este quede mejor fijado.
Por fin llega el momento de comenzar a trabajar con las fibras. Y aunque es cierto que esta fase es un tanto rutinaria, no por ello es menos importante. Por eso, no es exagerado decir que, para obtener colores de calidad, es igual de importante lavar bien las fibras, que el teñido mismo. Ahora veremos por qué. Pero no te preocupes porque en este curso introductorio en clave Just For Fun lo vamos a ver todo de forma muy sencilla para que cojas la idea general y puedas dar tus primeros pasos en el maravilloso mundo del Teñido Natural sin entrar en tecnicismos. Presta pues atención a esta breve introducción teórica antes de que, en el siguiente capítulo, pongas en práctica el proceso de lavado de lana con nuestro completísimo Paso a Paso.
Explicación
¿Por qué es tan necesario lavar la lana?
Como la lana siempre trae una serie de impurezas que dificultan su mordentado y teñido (aunque se comercialice como “lista para teñir”), si te quieres asegurar unos buenos resultados de teñido, lo ideal siempre es lavarla antes.
El objetivo de lavar la lana es prepararla para que quede receptiva tanto a los mordientes como a los tintes que le vas aplicar. Se trata de retirar las impurezas (naturales y artificiales) a las que nosotros llamamos “sustancias barrera” pues no hacen sino dificultar el teñido. Por eso esta fase es tan importante como todo lo que viene después. Nosotros al principio lavábamos la lana según la íbamos necesitando para teñir (tú harás lo mismo). Pero, con el tiempo, hemos aprendido a organizarnos y ahora lo que hacemos es dedicar una semana al año a lavar todas las fibras que creemos que vamos a teñir. De esta forma ya nos quedan listas para teñir y no tenemos que andar pensando más en esta fase del proceso.
CUESTIÓN DE CALIDAD
Lo que conseguimos al lavar bien la lana es mejorar la calidad del tinte, tanto desde un punto de vista estético (consiguiendo que los colores sean más intensos y luminosos), como funcional (logrando que sean más duraderos). Piensa que, si tiñes sobre las impurezas, cuando estas comiencen a irse con los lavados, arrastrarán también al tinte (esto no pasará si has teñido directamente sobre las fibras).
Sustancias barrera
Impurezas que están adheridas a las fibras
La mayoría de las lanas, incluso las que a simple vista parecen estar ya completamente limpias, presentan diversos tipos de sustancias barrera (algunas incluso pueden ser contaminantes) que impiden que las podamos teñir bien.
Lo importante aquí es tener claro que a la lana le sobran cosas que dificultan que la puedas teñir bien y seas capaz de obtener bellos colores. Pero, ¿a qué tipo de sustancias nos estamos refiriendo? Aunque la lista es interminable (te sorprenderías de lo que puede esconder un inocente vellón de lana) a nosotros nos gusta clasificarlas en tres bloques: naturales (lanolina, polvo, restos vegetales, materia orgánica, orines y excrementos) y artificiales (aceites, grasas, lubricantes, fibras plásticas, insecticidas, plaguicidas, tratamientos sanitarios y pinturas). Ahora entenderás mejor por qué te recomendamos usar guantes si desconoces la trazabilidad de la lana con la que estés trabajando y por qué valoramos tanto el hecho de trabajar con lana ecológica.
¿SABÍAS QUE…
(…) la grasa natural de la lana (lanolina) es una de las sustancias que más dificultan su teñido y que por eso usamos agua templada jabonosa para retirarla en su mayor parte? Y no lo hacemos del todo, ya que la lanolina no solo protege y hace más duraderas las fibras, sino que también les da un punto de impermeabilidad que, sin duda, agradecerán tus prendas.
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¿Preparada pues para lavar tus lanas?